En la frontera entre Argentina y Brazil nos encontramos con un espectáculo único en la naturaleza, y y que se encuentra dentro de las siete maravillas del mundo. Un paisaje que todos coinciden en que no se debe dejar de ver por lo menos una vez en la vida.

La inmensidad y respeto que imponen sus caídas, quitan el aliento. Aunque las cataratas son compartidas, solo el 20% de sus caídas se encuentran del lado brasileño, el resto del 80% de sus caídas, se encuentran del lado argentino.

Es famosa la discusión eterna sobre qué lado es más bonito, pero la realidad es que ambos lados guardan su propio esplendor. Del lado de Brasil las puedes ver, tiene vistas impresionantes de los saltos y se pueden conseguir fotografías espectaculares de esta belleza natural. Del lado argentino, en cambio, se viven. Incluso una pasarela se encuentra al filo del abismo, permitiendo sentir el máximo rugir del agua cayendo poderosamente. Se sienten desde arriba y de lado, lo que nos permite vivirlas de una forma inigualable.

Este hermoso espectáculo se encuentra rodeado de un importante bosque subtropical, con una riquísima flora y fauna conservada. De ambos lados, está protegido por reservas nacionales que se encuentran dentro de la Unesco como patrimonio de la humanidad.
La vista de este increíble lugar, no tiene comparación, siendo un espectáculo inolvidable.